· Aceite de aguacate: Aceite natural con un gran poder de penetración, siendo hidratante, nutritivo y dermoprotector. Es rico en ácidos de colágeno, aminoácidos, proteínas, así como vitaminas A, C, D y E. Ayuda a aumentar la elasticidad, hidratar y suavizar la piel seca o agrietada.

· Aceite de almendras: Es rico en vitaminas sobre todo del grupo B (tiamina, riboflavina y niacina), minerales esenciales (zinc, hierro, calcio, magnesio, fósforo y potasio), proteínas y ácidos grasos beneficiosos para la piel. Desinflama y calma las irritaciones cutáneas, hidrata y suaviza.

· Cera natural de abejas: Posee propiedades emolientes y emulgentes. Impermeabiliza la piel, aumentando la consistencia y protección frente a la acción de agentes externos que pudieran dañarla. Tiene propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes.

· Vitamina E: Es un excelente antioxidante para la piel y retrasa su envejecimiento.

· Ortiga picante: Por su contenido en flavonoides y sales minerales tiene un efecto 

muy positivo en la recuperación de la piel dañada.

· Aceite de Romero: Rico en polifenoles y ácido rosmarínico, actúa como antioxidante y evita la descamación de la piel. El aceite de romero también tiene cualidades calmantes y antiinflamatorias. Gran poder antibiótico y antiséptico. Favorece la cicatrización.

· Aloe Vera Barbadensis Milller: Posee propiedades emolientes, hidratantes y humectantes de la piel. 

También es bactericida y fungicida, eliminando células muertas y colaborando en la regeneración de otras nuevas. Se encarga de aumentar el entrelazado de las fibras de colágeno de la piel, que son las encargadas de regenerar los tejidos y volver a darle su aspecto saludable, por su poder regenerador.

· Aceite de rosa mosqueta: El aceite de Rosa Mosqueta asegura a las pieles envejecidas y secas una rápida regeneración cutánea y una rápida cicatrización de los tejidos dañados. 

También contribuye en la corrección de arrugas por aportar una profunda nutrición e hidratación. Usado para tratar diversos tipos de eczemas.  

Ayuda a suavizar, reducir la descamación de la piel y la inflamación que acompaña a las zonas afectadas. También calma la picazón.

· Aceite de caléndula: Aporta propiedades antiinflamatorias, antisépticas, fungicidas, emolientes, estimulantes y tónicas. Indicado en el tratamiento de heridas, pieles inflamadas y resecas, llagas, contusiones y quemaduras. 

Es un poderoso regenerador de la piel, ideal para las pieles muy sensibles y para los niños. Es muy recomendable para aliviar el dolor ya que tiene un gran poder antiinflamatorio.

· Aceite de cúrcuma: Tiene propiedades bactericidas, antimicóticas y antivirales. 

También un excelente efecto antioxidante y regenerador de la piel, aportando una magnífica nutrición e hidratación en esas zonas tan castigadas del cuerpo.